Semana Santa Yecla 2025

En el corazón del Altiplano murciano, Yecla celebra cada año una de las manifestaciones religiosas más singulares y emotivas de la Región de Murcia. La Semana Santa en Yecla, declarada de Interés Turístico Regional, congrega a casi 4.000 participantes que dan vida a 45 pasos procesionales distribuidos en 11 procesiones que transforman las calles de esta ciudad vitivinícola en un escenario de fe, arte y tradición centenaria.

Desde la luminosidad de los cientos de farolicos artesanales portados por niños hasta el espectáculo único de la Suelta del Diablico, pasando por el conmovedor silencio de las procesiones nocturnas y la majestuosidad de la Virgen de las Angustias de Salzillo, esta celebración pascual ofrece una experiencia inolvidable que ha cautivado incluso a escritores de la talla de Azorín y Pío Baroja, quienes inmortalizaron en sus obras la riqueza cultural de estos desfiles yeclanos.

Orígenes y evolución

Las primeras manifestaciones organizadas de la Semana Santa en Yecla se remontan a la época de Felipe II, cuando ya se realizaban celebraciones pasionarias en esta villa murciana. En el siglo XVII aparecen los primeros penitentes ataviados con túnicas procesionales, y se fundan las cofradías pioneras como la de la Soledad y la Hermandad de la Cruz, sentando las bases de una tradición que perduraría siglos.

Durante el siglo XVIII, las procesiones adquieren mayor complejidad ceremonial. Antes de celebrar la procesión del Entierro de Cristo, se realizaban dos sermones litúrgicos: el del Descendimiento y el de la Soledad. Esta procesión del Entierro daría origen a los desfiles tal como los conocemos hoy, tomando su forma definitiva en la segunda mitad del siglo XIX.

Un momento especialmente significativo llegó en 1763, cuando la Venerable Orden Tercera de San Francisco encarga al célebre imaginero murciano Francisco Salzillo el grupo escultórico de la Virgen de las Angustias. Esta obra maestra, contratada por 5.500 reales y entregada a principios de 1764, se convirtió en la joya más preciada del patrimonio procesional yeclano. La misma es hoy Bien de Interés Cultural y constituye una de las creaciones más logradas del maestro del barroco religioso español.

El año 1934 marca un hito organizativo con la fundación de la Junta Organizadora de los Gremios de Semana Santa. Esta entidad surgiría de la necesidad de coordinar las actividades de las múltiples cofradías gremiales que existían en Yecla, donde tradicionalmente cada oficio (agricultores, comerciantes, tejedores, constructores, zapateros) contaba con su propia hermandad y paso procesional.

Los trágicos acontecimientos de 1936 supusieron un duro golpe para el patrimonio religioso yeclano. Los incendios provocados durante la Guerra Civil destruyeron numerosas imágenes y enseres procesionales conservados en templos y ermitas de la ciudad. Sin embargo, la Virgen de las Angustias logró salvarse gracias a la intervención de Manuel Castañeda, profesor del Instituto, quien argumentó su valor artístico y propuso su venta a museos o coleccionistas, disuadiendo así su destrucción.

Finalizada la contienda, en 1942 se reinstituye la Junta Organizadora y las cofradías comienzan paulatinamente a adquirir nuevas imágenes, tronos y elementos procesionales. En 1950 la entidad adopta la denominación de Cabildo Superior de Cofradías Pasionarias, y en 1994 recibe el título de Real tras aceptar S.A.R. Don Felipe de Borbón, entonces Príncipe de Asturias, el nombramiento como Hermano Mayor Honorario.

Hermandades y cofradías

La Semana Santa en Yecla se articula en torno a 19 cofradías y hermandades que custodian un valioso patrimonio artístico compuesto por más de 80 imágenes procesionales. Cada una de estas corporaciones posee su propia historia, vinculación gremial y características distintivas.

Real Cofradía de la Oración del Huerto

Fundada en el siglo XIX por el gremio de la construcción, esta cofradía custodia un grupo escultórico atribuido al escultor caravaqueño Marcos Laborda y García, datado de finales del siglo XVIII o principios del XIX. Representa la Oración en el Huerto de Getsemaní con Cristo postrado en oración y un ángel asistente portando el cáliz. Su sede se encuentra en la Ermita de Nuestra Señora de los Dolores, conocida popularmente como «El Hospitalico».

Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias

Fundada en 1763 dentro de la Venerable Orden Tercera de San Francisco por el provincial Fray Manuel Guardiola, esta cofradía fue creada específicamente para dar culto al grupo escultórico encargado a Salzillo. Originalmente denominada de los Siete Dolores de María Santísima, posteriormente cambió su advocación para diferenciarse de la cofradía de la Soledad. Fue suprimida en 1771 por orden del intendente de Murcia pero se reorganizó en el siglo XIX. Tradicionalmente vinculada al gremio de agricultores, propietarios y arrendatarios, procesiona con túnicas de raso azul turquesa y capucha negra.

Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Santo Sepulcro

Esta cofradía custodia dos de las imágenes más veneradas: el Nazareno, obra de Francisco Teruel Francés (1942), que se encuentra en la Basílica de la Purísima, y el Cristo Yacente, también del mismo autor, ubicado en la Iglesia de San Francisco. El Cristo Yacente protagoniza la entrañable Procesión de los Farolicos cada Martes Santo, siendo acompañado por centenares de niños con sus faroles artesanales.

Pontificia, Real, Hospitalaria e Ilustre Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud

Fundada en enero de 1980, esta hermandad recuperó tradiciones penitenciales antiguas de Yecla. Custodia el Cristo de la Salud, cuya cabeza anónima data del siglo XVIII mientras el resto de la imagen fue realizada en pasta de madera en 1948. Su sede canónica es la Parroquia del Niño Jesús, y organiza la Procesión Penitencial del Rosario del Lunes Santo, caracterizada por sus penitentes descalzos y el canto de motetes de polifonía.

Hermandad del Santísimo Cristo de la Adoración de la Cruz

Fundada en el siglo XIX por el gremio del calzado, esta hermandad custodia el Cristo de la Adoración, obra del escultor valenciano José Esteve Bonet fechada en 1800. Esta imagen representa a Cristo en el momento de ser clavado en la cruz, y constituye una de las tallas más antiguas conservadas en la Semana Santa yeclana tras los expolios de la Guerra Civil.

Real Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza

Fundada en el siglo XIX por el gremio de tejedores, esta cofradía fue refundada en 1960 con su actual advocación por agentes comerciales y electricistas. La imagen de la Virgen de la Esperanza, atribuida a José Casanova (1943), cierra tradicionalmente la Procesión de la Pasión del Jueves Santo. Su trono presenta característicasbalaustras salomónicas en madera de haya barnizada.

Procesiones emblemáticas

Cada uno de los desfiles procesionales de Yecla posee personalidad propia y momentos de especial significación que los convierten en experiencias únicas e irrepetibles.

Procesión de las Siete Palabras – Viernes de Dolores

Esta procesión inaugural abre el ciclo pascual yeclano con una ceremonia de profundo simbolismo. A lo largo del recorrido se realizan siete paradas en las que un pregonero, tradicionalmente montado a caballo, recita las Siete Palabras pronunciadas por Cristo en la cruz. Este antiguo formato ceremonial crea un ambiente de recogimiento que invita a la meditación sobre el misterio de la Pasión.

Procesión de la Sangre y el Perdón – Sábado de Pasión

La más reciente de las procesiones yeclanas, establecida en 2008, parte desde la Iglesia de San José Artesano. Aunque nueva en el calendario, ha sabido integrarse en el espíritu tradicional de la Semana Santa yeclana, incorporando elementos que conectan con la devoción popular y el mensaje de reconciliación propio del tiempo cuaresmal.

Procesión de las Palmas – Domingo de Ramos

Conocida popularmente como la procesión de «La Burrica» por el paso titular que representa la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, este desfile matinal es el más popular y concurrido de Yecla. Miles de personas, especialmente niños y mayores, acompañan el recorrido portando palmas y ramas de olivo en un ambiente festivo que contrasta con la solemnidad de los días posteriores. Sale desde la Plaza Mayor a las 11:00 horas y recorre las principales calles del centro histórico.

Procesión Penitencial del Rosario – Lunes Santo

Recuperada en 1980 tras décadas de ausencia, esta procesión nocturna recorre las estrechas calles del casco antiguo medieval de Yecla. Se caracteriza por la presencia de penitentes descalzos, el rezo de los misterios del Rosario y el canto de motetes de polifonía sacra. El sonido de cadenas arrastradas y el intenso aroma a incienso crean una atmósfera de auténtica penitencia que transporta a siglos pasados. Algunas imágenes son portadas a hombros, como Nuestra Señora del Dulce Nombre, llevada por 26 mujeres, y el Santísimo Cristo de la Misericordia, portado por 32 hombres.

Procesión de los Farolicos – Martes Santo

Sin duda, el desfile más singular y conocido de la Semana Santa en Yecla, considerado único en España. De origen incierto, parece remontarse al siglo XIX, cuando los niños del antiguo Colegio de Escolapios comenzaron a acompañar al Cristo Yacente portando velas y faroles improvisados. Hoy, centenares de niños de todas las edades desfilan con sus farolicos artesanales, elaborados durante semanas con los materiales más diversos: papel, cartón, madera, metal, cristal, e incluso materiales reciclados.

Cada farolico es una obra de arte única, muchos de ellos transmitidos de generación en generación. Algunos se adquieren en el taller de AMPY (Asociación de Minusválidos Psíquicos de Yecla), donde estos se confeccionan con esmero y creatividad ilimitada. La procesión parte a las 21:00 horas desde la Iglesia de San Francisco, y el espectáculo de cientos de luces parpadeantes iluminando el rostro amoratado del Cristo Yacente constituye una estampa de extraordinaria belleza y emoción que permanece grabada en la memoria de quienes la contemplan.

Procesión de la Pasión – Jueves Santo (tarde)

La procesión de mayor esplendor y fervor de la Semana Santa yeclana tiene lugar en la tarde del Jueves Santo. Un total de 17 pasos componen este magnífico desfile que narra cronológicamente la Pasión de Cristo desde la Oración en el Huerto hasta la Virgen de la Esperanza. Más de 3.000 cofrades participan en un cortejo lleno de luz, música, flores y profunda religiosidad.

El momento culminante llega cuando procesiona la Virgen de las Angustias de Salzillo, auténtica joya patrimonial que es recibida con vítores y aplausos por una multitud emocionada. El grupo escultórico, declarado Bien de Interés Cultural, representa a la Virgen sentada sobre un peñasco con Cristo muerto en su regazo, una composición de extraordinaria fuerza expresiva y perfección técnica que constituye una de las cumbres del arte religioso español del siglo XVIII.

Procesión del Silencio – Jueves Santo (noche)

A medianoche, cuando la oscuridad envuelve las calles yeclanas, comienza esta procesión de profundo recogimiento. Iniciada en 1950, se desarrolla completamente a oscuras, únicamente iluminada por las velas de los nazarenos. El rezo pausado del Vía Crucis y el canto desgarrador de las «Saetas del Silencio» son los únicos sonidos que rompen el absoluto silencio de la noche. El ambiente de solemnidad y mística convierte este desfile en una de las experiencias más conmovedoras y auténticas de la Semana Santa española.

Procesión del Calvario – Viernes Santo (mañana)

Temprano en la mañana del Viernes Santo, esta procesión revive los últimos momentos de Cristo antes de la crucifixión. El acto más emotivo es «La Cortesía», ceremonia celebrada ante las autoridades civiles y eclesiásticas en la que se escenifica la reverencia de los pasos ante quienes representan el poder terrenal y espiritual. Este momento de especial solemnidad conecta con antiguas tradiciones del barroco levantino. Durante el recorrido se reparten caramelos entre los asistentes, costumbre arraigada que añade un toque popular a la solemnidad del momento.

Procesión del Santo Entierro – Viernes Santo (tarde)

La más antigua de las procesiones yeclanas, con raíces en los siglos XVI-XVII, ofrece un digno sepelio a Cristo. Los 17 pasos que la componen crean una narrativa visual del entierro de Jesús, y el cortejo finaliza en la Iglesia de San Francisco, donde se realiza el acto del Enterramiento del Cristo. Este momento litúrgico, presidido por las autoridades, constituye uno de los instantes de mayor emotividad de toda la Semana Santa.

Procesión de la Soledad – Viernes Santo (noche)

A medianoche, cuando finaliza el Santo Entierro, tiene lugar esta procesión única en el panorama procesional español. La Virgen de la Soledad es acompañada hasta su morada mientras todo el pueblo canta el «Stabat Mater Dolorosa» en latín, creando una polifonía popular de extraordinaria belleza. La Plática de despedida o Sermón de la Soledad pone fin a esta larga jornada de Viernes Santo, cerrando los momentos más intensos de la Pasión yeclana.

Procesión del Resucitado – Domingo de Resurrección

El gozo pascual estalla a las 09:00 horas del Domingo de Resurrección con esta procesión jubilosa. El momento más esperado llega alrededor de las 11:00 horas en la Plaza Mayor, donde se produce «El Encuentro» entre el Cristo Resucitado y María Santísima de la Alegría, simbolizando la victoria de la vida sobre la muerte.

Inmediatamente después tiene lugar la Suelta del Diablico, el espectáculo más singular y característico de Yecla. Un personaje vestido de diablo corre enloquecido por las calles en huida simbólica ante el triunfo del bien sobre el mal, mientras niños y adultos le lanzan caramelos (nunca objetos contundentes, pues el personaje va protegido pero debe respetarse su integridad). Los soldados romanos realizan la tradicional «danza del caracol», y el ambiente festivo inunda cada rincón de la ciudad en una celebración que mezcla lo religioso, lo tradicional y lo popular en perfecta armonía.

Programa completo de procesiones 2025

Singularidades y curiosidades

La Semana Santa en Yecla atesora peculiaridades que la convierten en una celebración única en el panorama procesional español.

Los farolicos constituyen la seña de identidad más reconocible. Cada farolico es diferente, fruto de la creatividad y el cariño de las familias yeclanas. Muchos se conservan como auténticas reliquias familiares, pasando de padres a hijos durante generaciones. Los hay de todas las formas imaginables: castillos, animales, figuras geométricas, reproducciones de monumentos yeclanos, personajes de cuentos. Esta diversidad creativa convierte la procesión en una galería de arte popular ambulante única en el mundo cofrade.

El Diablico del Domingo de Resurrección es otro elemento exclusivo de Yecla. Este personaje, cuyo origen se pierde en la tradición oral, representa al mal huyendo despavorido ante el triunfo de Cristo. El personaje corre enloquecido, realiza gestos teatrales y bromea con el público en una representación que combina lo religioso con lo festivo. La costumbre de lanzarle caramelos (jamás objetos duros) simboliza el rechazo comunitario al pecado y la adhesión popular al mensaje pascual.

El canto del «Stabat Mater Dolorosa» en latín durante la Procesión de la Soledad constituye una rareza dentro de las manifestaciones de religiosidad popular. No se trata de un coro organizado sino del pueblo entero entonando esta secuencia medieval, tradición transmitida oralmente de generación en generación que convierte a toda la ciudad en un único coro polifónico.

El reparto de caramelos solo se realiza en tres procesiones concretas: la de la Pasión (Jueves Santo noche), la del Calvario (Viernes Santo mañana) y la del Resucitado (Domingo de Resurrección). Esta costumbre selectiva diferencia claramente los momentos penitenciales, donde prima el silencio y el recogimiento, de aquellos de carácter más festivo y popular.

Las imágenes portadas a hombros por costaleros constituyen otra particularidad. Tradicionalmente, Nuestra Señora del Dulce Nombre es llevada exclusivamente por 26 mujeres en el Viernes de Dolores, mientras que el Santísimo Cristo de la Misericordia requiere 32 portadores varones. Esta diferenciación por sexos en la carga de los tronos mantiene viva una antigua tradición cofrade.

Los penitentes descalzos de la Procesión Penitencial del Rosario mantienen una práctica ascética que en muchas localidades ha desaparecido. Estos cofrades recorren las duras calles adoquinadas del casco antiguo sin calzado alguno, en genuino acto de mortificación y penitencia.

La figura de Francisco Salzillo está indisolublemente ligada a Yecla. El maestro murciano realizó para la ciudad su Virgen de las Angustias, obra cumbre del barroco religioso español. El contrato, firmado el 25 de marzo de 1763 por 5.500 reales, especificaba que el grupo escultórico debía representar a la Virgen «con el cuerpo de su hijo difunto en el regazo». Salzillo cumplió magistralmente, creando una composición de extraordinaria fuerza dramática y perfección técnica que hoy constituye uno de los tesoros artísticos más valiosos de la Región de Murcia.

El ambiente de la Pasión yeclana

Vivir la Semana Santa en Yecla es sumergirse en una experiencia multisensorial que involucra todos los sentidos y emociones. El aroma característico a incienso impregna cada rincón del casco histórico, mezclándose con el perfume de los azahares de los naranjos que flanquean la Basílica de la Purísima y las flores frescas que adornan los pasos procesionales.

La Plaza Mayor se convierte en el epicentro neurálgico de la celebración. Aquí tienen lugar los actos más significativos: La Cortesía del Viernes Santo, cuando los pasos realizan reverencias ante las autoridades congregadas en las balconadas del Ayuntamiento; El Encuentro del Domingo de Resurrección, momento culminante de júbilo popular; y la espectacular Suelta del Diablico, que provoca risas, vítores y una lluvia de caramelos que tiñe el suelo de colores.

Las estrechas calles del casco antiguo medieval, con sus fachadas encaladas y balcones floridos, proporcionan el marco perfecto para las procesiones nocturnas. Cuando la Procesión Penitencial del Rosario serpentea por estos callejones el Lunes Santo, el sonido metálico de las cadenas arrastradas resuena entre las paredes creando un eco fantasmagórico que estremece.

El contraste lumínico resulta especialmente impactante. La deslumbrante luminosidad de los farolicos del Martes Santo, con centenares de pequeñas luces bailando en la noche, contrasta radicalmente con la oscuridad casi absoluta de la Procesión del Silencio, donde únicamente las velas de los nazarenos perforan las tinieblas mientras se reza el Vía Crucis.

Las saetas del Silencio, entonadas espontáneamente por cantaores desde balcones y esquinas estratégicas, constituyen uno de los momentos de mayor intensidad emocional. Estos cantos flamencos, cargados de sentimiento y dolor, detienen momentáneamente los pasos y crean un instante de comunión espiritual entre intérpretes, nazarenos y público que permanece grabado en la memoria.

El sonido de las nueve bandas de cornetas y tambores crea una banda sonora potente y emotiva. El redoble sordo y cadencioso de los tambores marca el ritmo de los pasos, mientras las cornetas interpretan marchas procesionales de compositores murcianos que han pasado a formar parte del patrimonio musical inmaterial de Yecla.

En la madrugada del Viernes Santo, tras el Santo Entierro, cuando la Virgen de la Soledad inicia su procesión y todo el pueblo comienza a cantar el Stabat Mater en latín, se produce un momento de belleza sobrecogedor. Las voces de miles de yeclanos, afinadas o desafinadas, jóvenes o ancianas, se funden en un único canto que asciende hacia el cielo estrellado en una manifestación de fe colectiva verdaderamente conmovedora.

Sabores que acompañan

La gastronomía forma parte inseparable de la vivencia pascual yeclana. Las famosas empanadas de patata son el plato estrella de estos días. Estas generosas empanadas, rellenas de patata a montón, atún, piñones, pimiento morrón y huevo duro, se elaboran tradicionalmente en todas las casas yeclanas durante la Semana Santa, aunque hoy pueden adquirirse en pastelerías y hornos durante todo el año. Su origen está ligado a los días de vigilia, al no contener carne.

También se prepara la variante con tomate frito, sustituyendo la patata por una abundante salsa de tomate que contrasta deliciosamente con el resto de ingredientes. Ambas versiones se acompañan perfectamente con los vinos de la Denominación de Origen Yecla, especialmente los rosados elaborados con la variedad autóctona Monastrell.

El potaje de garbanzos con albóndigas de bacalao es otro clásico de Viernes Santo. Este guiso humilde pero nutritivo combina la legumbre con albóndigas elaboradas con bacalao desalado, pan rallado, ajo y perejil, todo cocido en un caldo aromatizado con laurel y pimentón.

El queso frito con tomate, preparación omnipresente en las cenas yeclanas, adquiere especial protagonismo estos días. Se utiliza queso fresco de cabra ligeramente enharinado que se fríe hasta quedar dorado y crujiente, acompañándose de tomate frito y, opcionalmente, pimientos verdes fritos.

Entre los dulces tradicionales destacan los libricos, el dulce emblemático de Yecla. Elaborados artesanalmente desde 1850 según receta familiar transmitida de generación en generación, consisten en finas obleas entre las cuales se disponen capas de miel de profundo sabor. Las obleas están decoradas con grabados que reproducen monumentos yeclanos. También existe la versión rellena de chocolate.

Los sequillos, rosquillas dulces con ligero sabor a anís, y la tortada, tarta de almendra y cabello de ángel coronada con merengue y almendras laminadas, completan el repertorio dulce de la Semana Santa yeclana.

Información práctica

Acceso a Yecla

En vehículo particular: Yecla se sitúa al norte de la Región de Murcia, en el Altiplano, cerca del límite con Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. Desde Murcia capital (77 km), se accede por la A-30 dirección Albacete y posteriormente la A-33. Desde Alicante (95 km), por la A-7 y A-31. Desde Madrid (350 km), por la A-3 hasta Almansa y después la A-33.

En autobús: Yecla cuenta con estación de autobuses con conexiones regulares desde Murcia, Alicante, Albacete, Madrid y otras ciudades importantes. Durante la Semana Santa se refuerzan los servicios para facilitar el acceso de visitantes.

En tren: La estación de ferrocarril más cercana es la de Villena (25 km), con conexiones de Media Distancia. Desde allí se puede tomar autobús o taxi hasta Yecla.

Alojamiento y servicios

Yecla ofrece diversas opciones de hospedaje: hoteles de tres estrellas, hostales, pensiones y casas rurales. Es imprescindible reservar con bastante antelación, especialmente para el fin de semana del Jueves y Viernes Santo, cuando la ocupación alcanza el 100%.

La ciudad cuenta con más de un centenar de establecimientos de restauración donde degustar tanto la cocina tradicional yeclana como propuestas gastronómicas más innovadoras, todas ellas maridadas con los excelentes vinos locales.

Ubicaciones para las procesiones

La Basílica de la Purísima Concepción, declarada Bien de Interés Cultural, constituye el punto neurálgico de la Semana Santa yeclana. Desde su fachada principal en la Plaza de la Purísima parten y regresan la mayoría de las procesiones, por lo que llegar temprano a esta zona garantiza buenas vistas.

La Plaza Mayor es ubicación privilegiada para presenciar La Cortesía del Viernes Santo y, especialmente, El Encuentro y la Suelta del Diablico del Domingo de Resurrección. Conviene llegar al menos una hora antes para asegurar un buen sitio.

Para la Procesión de los Farolicos, el tramo entre el Parque de la Constitución y la calle San Francisco ofrece excelentes perspectivas para contemplar el mar de luces parpadeantes.

Las calles estrechas del casco antiguo (Don Lucio, España, San Antonio) son ideales para vivir la intimidad de las procesiones más recogidas como la Penitencial del Rosario o la del Silencio, donde la proximidad con los nazarenos permite apreciar cada detalle.

Recomendaciones útiles

El clima en Yecla durante la Semana Santa suele ser templado pero variable. Las procesiones nocturnas pueden resultar frescas, por lo que conviene llevar abrigo o chaqueta. Para las procesiones diurnas, especialmente el Domingo de Ramos y el de Resurrección, es aconsejable protección solar.

El calzado cómodo resulta imprescindible, ya que los recorridos son largos y muchas calles del casco antiguo conservan empedrado histórico. Evita zapatos de tacón o sandalias incómodas.

Durante las procesiones del Silencio y de la Soledad se ruega mantener silencio absoluto y evitar el uso de flash fotográfico o teléfonos móviles que puedan romper el ambiente de recogimiento.

En el Domingo de Resurrección, si decides participar en la Suelta del Diablico, recuerda lanzar únicamente caramelos blandos, nunca objetos duros o contundentes que puedan dañar al personaje o a otros asistentes.

La Semana Santa yeclana cuenta con protocolos de seguridad y emergencias especialmente reforzados en los actos con mayor aglomeración de público (Farolicos, Encuentro, Suelta del Diablico) para garantizar la seguridad de participantes y espectadores.

Espacios culturales

El Museo de Semana Santa, ubicado en la Iglesia Vieja, permite contemplar durante todo el año gran parte de las más de 80 imágenes que participan en las procesiones, así como bordados, orfebrería y carrozas. Una visita imprescindible para comprender la dimensión artística de la celebración.

La Capilla de la Virgen de las Angustias, recientemente restaurada, puede visitarse para admirar el retablo barroco de Ignacio Castell (1754) y el camarín donde se venera habitualmente el grupo escultórico de Salzillo cuando no está expuesto en la Basílica.

Cuestiones habituales

¿Cuántas procesiones componen la Semana Santa de Yecla?

La Semana Santa yeclana está configurada por 11 procesiones que se desarrollan desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección. Adicionalmente, durante la Cuaresma se celebran más de 30 actos culturales previos: presentación del cartel, pregón, exposiciones fotográficas, conciertos de música sacra y besamanos a las imágenes titulares. En total participan 19 cofradías y hermandades con 45 pasos procesionales y 9 bandas de cornetas y tambores.

¿En qué consiste exactamente la Procesión de los Farolicos?

La Procesión de los Farolicos es un desfile único en España donde centenares de niños acompañan al Cristo Yacente portando faroles artesanales elaborados por ellos mismos o sus familias. Cada farolico es diferente y único, confeccionados con materiales diversos (papel, cartón, madera, metal). De origen vinculado al antiguo Colegio de Escolapios del siglo XIX, esta tradición se ha convertido en la seña de identidad más reconocible de Yecla. Es una procesión especialmente emotiva, familiar y colorida que contrasta con la solemnidad de otros desfiles.

¿Qué importancia tiene la Virgen de las Angustias de Salzillo?

La Virgen de las Angustias es la joya patrimonial más valiosa de Yecla. Obra maestra de Francisco Salzillo realizada en 1763, está declarada Bien de Interés Cultural. Este grupo escultórico representa a la Virgen sentada sobre un peñasco con Cristo muerto en su regazo, en una composición de extraordinaria fuerza dramática. Procesiona en la tarde del Jueves Santo dentro de la magnífica Procesión de la Pasión, siendo recibida con vítores, aplausos y profunda devoción. Durante la Guerra Civil estuvo a punto de ser destruida, salvándose gracias a la intervención de un profesor que argumentó su valor artístico.

¿Qué es la Suelta del Diablico y cómo participar?

La Suelta del Diablico es un espectáculo único que tiene lugar el Domingo de Resurrección alrededor de las 11:00 horas en la Plaza Mayor, tras el Encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría. Un personaje vestido de diablo corre enloquecido por la plaza en huida simbólica ante el triunfo del bien sobre el mal. Los asistentes, especialmente niños, le lanzan caramelos blandos (nunca objetos duros) en un ambiente absolutamente festivo. Es importante acudir temprano para conseguir un buen sitio, ya que miles de personas se congregan para presenciar este momento tan especial y característico de Yecla.

¿Dónde puedo adquirir las típicas empanadas yeclanas?

Las empanadas de patata y tomate pueden adquirirse en numerosas pastelerías, confiterías y hornos tradicionales de Yecla durante todo el año, aunque su elaboración se intensifica durante la Semana Santa. Muchas familias yeclanas las preparan en casa siguiendo recetas tradicionales transmitidas de generación en generación. Si deseas probarlas, cualquier establecimiento del centro histórico podrá orientarte. También se sirven en restaurantes y bares como tapa o ración, perfectamente maridadas con vinos de la Denominación de Origen Yecla.

Enlaces útiles

• Ayuntamiento de Yecla – Información oficial y programación actualizada
• Turismo Yecla – Oficina de Turismo, visitas guiadas y recursos para visitantes
• Real Cabildo Superior de Cofradías Pasionarias – Entidad organizadora de la Semana Santa
• Ruta del Vino de Yecla – Enoturismo, bodegas y gastronomía
• Turismo Región de Murcia – Información sobre eventos y alojamientos en la región

Cartel Semana Santa Yecla 2025

Programa Semana Santa Yecla 2025

Programa Semana Santa Yecla 2025

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