Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria 2025

La capital grancanaria ofrece una celebración pascual que combina fervor religioso, arte barroco y tradición insular en un entorno único. Entre las calles empedradas de Vegueta y Triana, los barrios históricos de la ciudad, las procesiones llenan de solemnidad y emoción la Semana Mayor, convirtiendo este periodo en una experiencia cultural y espiritual de primer nivel que atrae tanto a devotos como a viajeros interesados en el patrimonio y las tradiciones canarias.

Con más de cinco siglos de historia, la Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria destaca por su riqueza artística, especialmente por las esculturas del imaginero José Luján Pérez, máximo exponente de la imaginería religiosa canaria. Las celebraciones abarcan desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, con procesiones que discurren por lugares emblemáticos como la Plaza de Santa Ana, la Catedral y las principales arterias del casco antiguo.

Raíces históricas

Los orígenes de esta tradición se remontan al año 1478, coincidiendo con la fundación de la ciudad tras la conquista castellana de Gran Canaria. Poco después de establecerse en el Real de Las Palmas, llegaron las órdenes religiosas de franciscanos y dominicos, quienes impulsaron con especial devoción el culto a la Pasión de Cristo. Estos conventos se convirtieron en los principales focos de espiritualidad y arte sacro de la ciudad.

Antes de 1579 ya existía en la ermita de la Vera Cruz de Vegueta una cofradía dedicada al Santísimo Cristo de la Vera Cruz. Se trataba de una congregación de sangre, donde los hermanos practicaban la flagelación durante las procesiones como muestra extrema de penitencia. En 1587 llegó a Las Palmas un documento papal firmado por el cardenal Alejandro Farsenio, que otorgaba gracias espirituales a los miembros de la cofradía del Crucificado del monasterio de San Francisco.

La evolución de la Semana Santa palmense se divide tradicionalmente en cuatro etapas fundamentales. La primera época abarca desde el siglo XVI hasta 1599, cuando las tropas del pirata holandés Van der Does saquearon e incendiaron las iglesias conventuales de San Francisco y Santo Domingo. Afortunadamente, las imágenes del Señor de la Humildad y Paciencia y el Santísimo Cristo de la Vera Cruz lograron salvarse del fuego.

La segunda época, durante el siglo XVII y hasta 1787, corresponde al apogeo del barroco canario. Las cofradías adquirieron mayor protagonismo, destacando la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Vegueta en Santo Domingo, la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería y la Venerable Orden Tercera en San Francisco. Durante este periodo se incorporaron piezas artísticas fundamentales como el Santísimo Cristo del Granizo para Santo Domingo.

La tercera época, considerada la más brillante, está marcada por la obra del imaginero José Luján Pérez, quien entre 1787 y 1835 creó una impresionante colección de imágenes. De las veintisiete esculturas que procesionan actualmente en la Semana Santa capitalina, trece son obra de este genial artista nacido en Guía. Su estilo, que transita del barroco tardío al neoclasicismo, dotó de serenidad y elegancia a las representaciones de la Pasión.

La cuarta época comienza en 1835 con la desamortización de Mendizábal, que suprimió las comunidades religiosas y afectó profundamente a las celebraciones. A pesar de las dificultades, párrocos y feligreses mantuvieron vivos los cultos y procesiones. En 1928 se creó la primera Junta de Semana Santa con ámbito interparroquial de Canarias, un hito organizativo que permitió revitalizar las celebraciones.

Hermandades y corporaciones religiosas

La Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria presenta una particularidad única en el archipiélago: además de hermandades y cofradías, cuenta con patronazgos, es decir, familias que custodian y financian determinadas imágenes desde hace siglos. Esta característica la diferencia del resto de celebraciones pascuales canarias.

Pontificia y Real Archicofradía de Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada

Fundada antes de 1636, es una de las corporaciones más antiguas de la ciudad. Tiene su sede en la iglesia de San Francisco de Asís en Triana y custodia la imagen más venerada de la Semana Santa capitalina: Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada. Esta imagen mariana, una de las más antiguas de la ciudad, procesiona el Viernes Santo en la Magna Procesión y posteriormente en la célebre Procesión del Retiro y Silencio, que congrega cerca de tres mil personas.

Hermandad Sacramental y Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores de Triana

Esta hermandad tiene su sede en la ermita de San Telmo y custodia la imagen de Nuestra Señora de los Dolores de Triana, también conocida como la Virgen de las Angustias. La imagen, de autor desconocido, procede de un taller granadino y llegó a Las Palmas por avatares particulares. La procesión del Martes Santo, donde la Virgen busca a su hijo por las calles de Triana, es una de las más emotivas de la Semana Mayor.

Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza de Vegueta

Con sede en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, esta hermandad organiza la procesión del Domingo de Ramos por la tarde, conocida popularmente como la procesión de los Nazarenos de Vegueta. Las imágenes del Cristo de la Salud y la Virgen de la Esperanza recorren las históricas calles del barrio fundacional.

Real, Ilustre e Histórica Hermandad del Santo Encuentro de Cristo

Esta corporación, también con sede en Santo Domingo de Guzmán, organiza la espectacular Procesión del Santo Encuentro el Miércoles Santo. Cuenta con cinco imágenes que salen en procesión: el Cristo con la Cruz a Cuestas, Nuestra Señora de los Dolores de Vegueta Coronada (conocida como la Dolorosa del Miércoles), San Juan Evangelista, Santa Verónica y Santa María Magdalena. Cuatro de estas esculturas son obra de José Luján Pérez, mientras que Santa María Magdalena fue tallada por Silvestre Bello, discípulo del maestro.

Los patronazgos tradicionales

Varias imágenes están bajo el patronazgo de familias aristocráticas o instituciones. El Santísimo Cristo de la Vera Cruz, patrono de la ciudad, está bajo el patronazgo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. El San Juan Evangelista que procesiona desde San Agustín pertenece a la familia García del Campo de Ucedo y Rodríguez. Nuestra Señora de los Dolores «La Genovesa» es custodiada por la familia Manrique de Lara. Estos patronazgos vinculan a las principales familias canarias con la tradición procesional desde hace generaciones.

Desfiles procesionales y pasos destacados

Las procesiones de la Semana Santa capitalina se caracterizan por la calidad artística de sus imágenes y por el profundo arraigo popular. A lo largo de la semana se celebran más de cuarenta procesiones, siendo el Viernes Santo el día de mayor intensidad con veinticinco desfiles simultáneos.

Procesión de Las Palmas y La Burrita

El Domingo de Ramos por la mañana tiene lugar la tradicional bendición de palmas y ramos de olivo en el Parque de San Telmo, seguida de la procesión de La Burrita. Esta imagen del Señor sobre la borriquilla, de autor desconocido y procedente de Valencia, es una imagen de vestir que recorre las calles acompañada por niños y niñas que se preparan para la Primera Comunión. La procesión concluye con una eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis de Canarias.

Procesión del Santo Encuentro

El Miércoles Santo a las ocho y media de la tarde se produce uno de los momentos más emotivos: los pasos del Cristo con la Cruz a Cuestas y Nuestra Señora de los Dolores recorren calles diferentes del histórico barrio de Vegueta hasta encontrarse en varios puntos estratégicos. El encuentro principal tiene lugar en la Plaza de Santa Ana, frente a la Catedral, donde madre e hijo se reúnen en un momento de intensa emotividad. Las cinco imágenes hacen estación de penitencia en la Catedral de Canarias antes de regresar a Santo Domingo.

Procesión Magna Interparroquial del Santo Entierro

El Viernes Santo por la tarde-noche se celebra el acto procesional más multitudinario, que congrega más de cincuenta mil personas cada año. La Procesión Magna reúne a las tres principales parroquias del casco histórico: Santo Domingo de Guzmán, San Agustín y San Francisco de Asís. Desde Santo Domingo salen el Señor Predicador y Santa María Magdalena, el Cristo del Granizo y los cinco pasos de la Hermandad del Santo Encuentro.

Desde la parroquia de San Agustín procesionan el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, patrono de la ciudad y obra maestra de José Luján Pérez, acompañado de San Juan Evangelista. Cierra este cortejo Nuestra Señora de los Dolores, conocida popularmente como «La Genovesa» por su procedencia genovesa.

Desde San Francisco de Asís salen la Oración en el Huerto, el Señor de la Humildad y Paciencia (también llamado «Lágrimas de San Pedro»), la Cruz vacía con San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, el Santo Sepulcro y, finalmente, Nuestra Señora de la Soledad de la Portería Coronada, la imagen de mayor devoción en la capital.

Los pasos convergen en la Alameda de Colón o en la Plaza de Santa Ana (según las obras urbanas), creando una imagen imponente que reúne doce imágenes del más alto valor artístico e histórico. Tras la procesión, las imágenes regresan a sus respectivas parroquias.

Procesión del Retiro y Silencio

Al concluir la Magna Procesión, desde la parroquia de San Francisco sale la célebre Procesión del Retiro con Nuestra Señora de la Soledad de la Portería. Este desfile, cuyo origen se remonta a antes de 1636, es acompañado por cerca de tres mil personas que recorren las calles en absoluto silencio y recogimiento. Es uno de los momentos más sobrios y emotivos de toda la Semana Santa.

Programa de procesiones y horarios

Nota: Los horarios pueden sufrir pequeñas variaciones. Se recomienda consultar la información actualizada en las parroquias y el Consejo de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Gran Canaria.

Aspectos singulares

La Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria guarda numerosos detalles que la hacen especial y diferente a otras celebraciones españolas.

Una de las curiosidades más destacadas es la figura del imaginero José Luján Pérez, nacido en 1756 en Santa María de Guía. Este escultor y arquitecto está considerado el máximo exponente del barroco canario. Su producción fue tan prolífica que de las veintisiete imágenes que procesionan en la capital, trece salieron de sus manos. Entre sus obras maestras se encuentran el Santísimo Cristo de la Sala Capitular, considerado técnicamente perfecto por su escorzo y detalles anatómicos, y la Virgen de los Dolores de Luján, ambas en la Catedral. Su estilo transita del dramatismo barroco a la serenidad neoclásica, dotando a los rostros de sus cristos de una paz inusual.

Los patronazgos familiares constituyen otra singularidad. A diferencia de otras regiones donde las cofradías son asociaciones abiertas, en Las Palmas varias imágenes pertenecen a linajes aristocráticos que las custodian desde hace siglos. La familia Guerra del Río retomó en 1982 el patronazgo de la Santa Cruz desnuda tras años de inactividad, gracias al empeño de don Juan Guerra del Río. Estos patronazgos vinculan a las principales sagas familiares con la tradición religiosa de forma personal y directa.

El Jueves Santo destaca por la tradición de visitar los Siete Monumentos, una costumbre que consiste en recorrer siete iglesias donde se expone el Santísimo Sacramento. Los templos preparan altares espectaculares adornados con flores, manteles bordados y piezas de orfebrería de gran valor. La ruta tradicional incluye la Ermita de San Bernardo y San Telmo, la Iglesia de los Padres Franciscanos, la Parroquia de San Francisco de Asís y la Catedral de Santa Ana, entre otras.

La indumentaria procesional presenta características propias. Las mujeres visten de riguroso luto con la tradicional mantilla canaria negra, una pieza de encaje que se coloca sobre una peineta alta. Los hombres llevan traje oscuro. A diferencia de otras regiones españolas, no se utilizan túnicas ni capirotes en todas las procesiones, lo que otorga un aspecto más sobrio y distinguido a los cortejos.

El ataque del pirata holandés Pieter van der Does en 1599 marcó profundamente la historia de las cofradías. Aunque las iglesias conventuales de San Francisco y Santo Domingo fueron saqueadas e incendiadas, los fieles lograron rescatar del fuego las imágenes del Señor de la Humildad y Paciencia y el Santísimo Cristo de la Vera Cruz, que desde entonces son veneradas con especial devoción por haber sobrevivido al desastre.

La Catedral de Canarias adquiere especial protagonismo durante la Semana Mayor. El templo, que mezcla estilos gótico, renacentista, neoclásico y barroco, acoge importantes cultos presididos por el obispo de la Diócesis de Canarias. El Domingo de Ramos se celebra la bendición y entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, el Jueves Santo tiene lugar la Misa Crismal, y el Viernes Santo se oficia el Sermón de las Siete Palabras, un momento de especial recogimiento.

Vivencias de la Semana Mayor

Experimentar la Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria implica sumergirse en una atmósfera única que combina devoción, arte e historia. El entorno colonial de Vegueta, con sus calles empedradas, casas señoriales de balcones de madera tallada y plazas porticadas, proporciona el escenario perfecto para las procesiones. Cuando cae la tarde y las imágenes comienzan su recorrido bajo la luz de los cirios y faroles, la ciudad se transforma.

El sonido de las bandas de música interpretando marchas procesionales se mezcla con el silencio respetuoso de los espectadores. El aroma del incienso flota en el aire mientras los costaleros y cargadores portan los pasos sobre sus hombros, avanzando con paso cadencioso. En la Procesión del Retiro del Viernes Santo, el silencio es absoluto, creando una experiencia sobria y conmovedora que muchos visitantes recuerdan durante años.

La gastronomía juega un papel fundamental en estas fechas. El sancocho canario, elaborado con pescado salado (normalmente cherne), papas arrugadas, batata y mojo, es el plato estrella del Viernes Santo. Esta preparación tradicional, símbolo gastronómico de la Cuaresma, se sirve en hogares y restaurantes como muestra de la tradición culinaria ligada a la abstinencia de carne.

Otros platos típicos de estos días incluyen el potaje de vigilia, elaborado con garbanzos, verduras y bacalao, y la vieja sancochada, un pescado autóctono canario cocinado con salsa verde. Los restaurantes del casco histórico, especialmente en Vegueta, preparan menús especiales de Semana Santa que permiten degustar estas recetas tradicionales.

En cuanto a la repostería, las torrijas son el dulce protagonista. Aunque no son exclusivas de Canarias, en la capital grancanaria se han popularizado versiones creativas: con guarapo (miel de caña de azúcar), caramelo Valrhona, helado de vainilla o frutos rojos. Numerosos establecimientos en Vegueta y Triana ofrecen este postre durante toda la Semana Mayor.

El clima privilegiado de Las Palmas permite disfrutar de las procesiones con temperaturas agradables. Durante estas fechas primaverales, los termómetros suelen rondar los 20-24 grados, lo que convierte la experiencia en especialmente placentera. Los espectadores pueden seguir los cortejos sin el frío que caracteriza la Semana Santa en muchas regiones peninsulares.

Las terrazas y bares del casco histórico se llenan de vida tras las procesiones. Es costumbre local tomar algo en los establecimientos de la calle Mayor de Triana o en las plazas de Vegueta, comentando los detalles de los pasos vistos y compartiendo impresiones. Esta dimensión social y festiva convive armoniosamente con el componente religioso.

Orientaciones útiles

Cómo llegar a la capital grancanaria

El Aeropuerto de Gran Canaria, situado a 18 kilómetros de la capital en los municipios de Telde e Ingenio, ofrece conexiones con las principales ciudades europeas y con el resto del archipiélago. Desde el aeropuerto, la línea 60 de Guaguas Municipales conecta directamente con el centro urbano, con paradas en la Avenida Marítima, Parque de San Telmo y Parque de Santa Catalina. El trayecto dura aproximadamente 30-40 minutos.

Para quienes llegan desde otras islas canarias, el Puerto de La Luz es el principal punto de entrada marítima. Las navieras ofrecen conexiones regulares con Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. El puerto se encuentra muy cerca del centro, a escasa distancia de los principales puntos de interés.

Dónde alojarse

La mejor opción para vivir plenamente la Semana Santa es alojarse en el entorno de Vegueta-Triana o cerca de la playa de Las Canteras. El casco histórico cuenta con hoteles boutique en edificios restaurados, apartamentos turísticos y hostales con encanto. Desde esta zona se puede acceder caminando a todas las procesiones.

La zona de Las Canteras, con su paseo marítimo de tres kilómetros, ofrece una amplia oferta hotelera con establecimientos de todas las categorías. Aunque está algo más alejada del casco histórico (unos 20-25 minutos caminando o 10 minutos en guagua), permite combinar la experiencia cultural con el disfrute de la playa.

Es fundamental reservar alojamiento con antelación, ya que la Semana Santa es temporada alta en la ciudad. Los precios suelen incrementarse durante estas fechas, especialmente en hoteles céntricos.

Movilidad urbana

El casco histórico de Las Palmas es perfectamente transitable a pie. La distancia entre la Plaza de Santa Ana en Vegueta y el Parque de San Telmo en Triana es de apenas diez minutos caminando. Durante los días de procesiones, muchas calles del centro permanecen cortadas al tráfico, por lo que desplazarse andando resulta la opción más práctica.

La red de Guaguas Municipales (autobuses urbanos) comunica eficientemente todos los barrios. Las líneas más útiles para visitantes son la 1 y la 2, que conectan Las Canteras con el casco antiguo, y las líneas 12 y 13, que recorren la zona costera. Existen bonos y tarjetas de transporte que resultan económicos para varios trayectos.

Durante las procesiones, especialmente el Viernes Santo, conviene evitar circular en vehículo privado por el centro histórico debido a los cortes de tráfico y la dificultad para aparcar.

Mejores ubicaciones

La Plaza de Santa Ana, frente a la Catedral, es uno de los enclaves privilegiados. En este espacio se producen los encuentros de la Procesión del Santo Encuentro del Miércoles Santo y la confluencia de pasos durante la Magna del Viernes Santo. El ambiente es especialmente emotivo cuando las imágenes llegan a este punto neurálgico.

La calle Mayor de Triana, arteria comercial histórica de la ciudad, ofrece excelentes vistas de las procesiones que parten de la ermita de San Telmo. Sus aceras amplias permiten acomodar a muchos espectadores, y cuenta con numerosos bares y restaurantes donde refugiarse.

El entorno de la Plaza del Espíritu Santo en Vegueta resulta idóneo para contemplar las procesiones en un marco más recogido y auténtico. Las calles estrechas del barrio colonial crean una atmósfera íntima que realza la solemnidad de los desfiles.

Para evitar aglomeraciones masivas, se recomienda posicionarse en calles secundarias del recorrido en lugar de concentrarse únicamente en los puntos principales. Calles como Obispo Codina, García Tello o Reyes Católicos ofrecen buenas perspectivas con menos densidad de público.

Accesibilidad y servicios

El casco histórico de Las Palmas, con sus calles empedradas y escalinatas, presenta algunos desafíos para personas con movilidad reducida. No obstante, las principales arterias como Triana están adaptadas, y la mayoría de procesiones transcurren por vías accesibles. Se recomienda consultar los itinerarios específicos con antelación.

Las oficinas de información turística ubicadas en el Parque de Santa Catalina, Plaza de Santa Ana, Parque de San Telmo y Paseo de Las Canteras ofrecen mapas, horarios actualizados y orientación personalizada. El personal multilingüe puede resolver dudas sobre recorridos, horarios y alternativas de alojamiento.

Recomendaciones adicionales

Aunque el clima es templado, conviene llevar una chaqueta ligera para las procesiones nocturnas, cuando refresca ligeramente. El calzado cómodo es imprescindible, ya que se camina bastante siguiendo las procesiones o visitando los siete monumentos.

La restauración local ofrece menús especiales durante toda la semana. Reservar mesa en restaurantes concurridos, especialmente para el Viernes Santo, evitará esperas innecesarias.

Respetar el silencio y la solemnidad durante las procesiones es fundamental. Aunque el ambiente puede ser más relajado que en otras regiones, se trata de actos religiosos que requieren una actitud respetuosa, especialmente durante la Procesión del Retiro y Silencio.

Aprovechar la estancia para visitar los principales monumentos del casco histórico enriquecerá la experiencia: la Casa de Colón, el Museo Canario, la Catedral de Santa Ana y el Centro Atlántico de Arte Moderno son paradas imprescindibles.

Cuestiones habituales

¿Cuántas procesiones se celebran durante la Semana Santa en la capital grancanaria?

La ciudad acoge más de cuarenta procesiones a lo largo de la Semana Mayor. El Viernes Santo es el día más intenso, con veinticinco desfiles simultáneos en diferentes parroquias de la capital. Las procesiones más destacadas y multitudinarias son la del Santo Encuentro del Miércoles Santo, la Magna Interparroquial del Viernes Santo y la Procesión del Retiro y Silencio.

¿Es necesario adquirir entrada para ver las procesiones?

No, todas las procesiones son completamente gratuitas y de acceso libre. Los espectadores pueden situarse libremente en las calles por donde transcurren los desfiles. Algunos balcones privados de edificios históricos se alquilan ocasionalmente, pero la inmensa mayoría del público sigue las procesiones desde la calle sin coste alguno. No existe reserva de sitio ni zonas acotadas de pago.

¿Qué diferencia a esta celebración de otras Semanas Santas españolas?

La Semana Santa palmense presenta varias singularidades: cuenta con patronazgos familiares que custodian imágenes desde hace siglos, característica única en Canarias; el protagonismo absoluto de José Luján Pérez, con trece imágenes de las veintisiete que procesionan; la ausencia de túnicas y capirotes en muchas procesiones, donde prima la mantilla canaria y el traje oscuro; el clima primaveral que permite disfrutar de los desfiles con temperaturas agradables; y el marco incomparable del barrio colonial de Vegueta, con más de cinco siglos de historia.

¿Dónde puedo degustar gastronomía tradicional de Semana Santa?

El barrio de Vegueta concentra numerosos restaurantes que ofrecen menús tradicionales durante la Semana Mayor. El sancocho canario, el potaje de vigilia y la vieja sancochada son los platos protagonistas. Establecimientos en la calle Mayor de Triana, la Plaza del Espíritu Santo y las inmediaciones de la Catedral sirven estas recetas. Los mercados municipales también permiten adquirir ingredientes frescos para quienes se alojen en apartamentos. Las torrijas pueden degustarse en cafeterías y pastelerías de todo el casco histórico.

Recursos web de interés

• Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria: www.laspalmasgc.es – Información oficial sobre actos, cortes de tráfico y programación cultural.
• Turismo Las Palmas de Gran Canaria: lpavisit.com – Portal oficial de turismo con guías, mapas y recomendaciones actualizadas.
• Diócesis de Canarias: diocesisdecanarias.net – Horarios de cultos, celebraciones litúrgicas e información sobre parroquias.
• Consejo de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Gran Canaria: Información sobre las corporaciones religiosas y procesiones.
• Catedral de Canarias: Horarios de misas, visitas y celebraciones especiales de Semana Santa.
• Guaguas Municipales: www.guaguas.com – Horarios, líneas y bonos de transporte público urbano.

Cartel Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria 2025

Programa Semana Santa en Las Palmas de Gran Canaria 2025